sábado, 3 de julio de 2010

¿quién es el verdadero amable?

¿Amable? En serio, hablemos en serio, ¿cómo se es amable?

Cuando tenía 5 o 6, mamá y papá me llamaban desde el primer piso y me decían “tráeme un vaso de agua”, si respiraba cansada por bajar corriendo del segundo piso, me decían que era una malcriada “¿a qué? ¿te cuesta mucho? ¿te pesa?” y yo les respondía que no, has que aprendí a que no debía respirar así o que por lo menos debía hacerlo sin que se den cuenta para evitar problemas con ellos.

Yo hacía lo que ellos me decían que haga, ¿acaso no estaba siendo amable en ese momento? Si me negaba, me iba a ir peor, así que más que amabilidad supongo que eran obligaciones, pero las hacía y con el tiempo, me dije “por las puras me molesto, es solo un favor, cuando yo necesite, supongo que ellos también me harán”

Me voy a la cocina a traer agua, ya vengo-dijo papá
Ya que vas, ¿me traes a mi?-le pregunté
No, párate tu, para eso tiene piernas-dijo él